¿Qué son los Aceites Esenciales?
Los humanos usamos los aceites esenciales desde hace miles de años. De hecho, en el antiguo Egipto ya los usaban, es decir, que ya los descubrimos y usamos desde hace por lo menos 4.000 años a.C.
Cuenta la leyenda que Cleopatra utilizó aceite esencial de rosas para eclipsar a Marco Antonio con su belleza. Lejos de artimañas de conquista, la realidad es que el uso de los aceites esenciales se remonta miles de años atrás, por lo que están considerados una de las formas más antiguas de cosmética y medicina.
Los aceites esenciales son concentrados de materia prima vegetal, intensamente aromáticos, no grasos, volátiles y ligeros obtenidos directamente de plantas, raíces, flores, hojas, árboles… Es un compuesto químico natural que podemos utilizar como remedio casero en numerosas situaciones. Además, en la aromaterapia, los aceites esenciales son usados con fines terapéuticos.
Hay tantos tipos de aceites esenciales como plantas de las que se pueden extraer. El proceso de creación de un aceite esencial es físico (destilación o extracción), no químico, con lo que se logra mantener las propiedades específicas de la planta de la que se obtiene. Para la creación de cualquier aceite esencial se requieren grandes cantidades de su materia prima.
¿Cómo se Utilizan los Aceites Esenciales?
Al ser sustancias muy concentradas, los aceites esenciales siempre han de usarse diluidos en otros elementos como aceites vegetales o agua. Existen dos vías diferentes por las que aprovechar los beneficios de los aceites esenciales para nuestro organismo:
1. Inhalación: Los aromas activan nuestro sistema límbico, el encargado de regular las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales. Puedes usar un difusor o pebetero, también añadir unas gotas del aceite esencial al agua caliente para inhalar el vapor. Esta suele ser una de las formas más seguras de hacer uso de los aceites, así que prueba la aromaterapia.
2. En la piel: La mayor parte de los aceites esenciales no se pueden aplicar directamente sobre la piel, pero algunos, una vez diluidos en aceites vegetales como el de coco, almendras, jojoba o agua, ya no resultan perjudiciales al contacto directo con el cuerpo. Los aceites esenciales hidratan y nutren en profundidad dejando un tacto aterciopelado sin sensación grasa en la piel. se estimula la micro circulación.
3. Hacer un armonizador para tu casa con aceites esenciales es muy fácil; en un frasco pequeño con tapa spray, ponle agua o alcohol de perfumería y 10 a 20 gotas de aceite esencial. Puedes así perfumar tu casa, oficina, o lugar de relajación. Agitar antes de cada uso.